La música como acto de resistencia: La Nueva Canción Latinoamericana.
- Sofía González
- 16 sept 2015
- 2 Min. de lectura
“No todo acto de resistencia es una obra de arte, aunque lo sea de algún modo; no toda obra de arte es un acto de resistencia, pero en cierta manera lo es.”
Gilles Deleuze.
Para el filósofo francés Gilles Deleuze, la información es el sistema controlador de las consignas que rigen una sociedad, por ello el arte representa la contra información y sólo se vuelve efectiva cuando se convierte en un acto de resistencia. El arte, visto desde esta perspectiva, sólo es un tipo de comunicación cuando está vinculado con un acto de resistencia, pues la obra de arte buscaría transmitir un mensaje con ese propósito de resistir.

Un acto de resistencia en el arte, no se produce por generación espontánea, para que pueda darse primero debe existir un deseo, carencia o necesidad social; sólo de esta manera el hombre busca resistir. En este sentido, la música de protesta, y en particular la latinoamericana, es un acto de resistencia.
La canción de protesta social, hoy conocida como la Nueva Canción Latinoamericana, nació en la década de 1950; sin embargo, fue a partir de 1960 cuando alcanzó su máximo esplendor. Se dice que es un género de creación poética y musical, que surge a partir de los movimientos izquierdistas durante y después de la revolución cubana en 1959, sumándose al optimismo por el triunfo del Che Guevara y Fidel Castro.
Los objetivos ideológicos de este género eran claros, pues se buscaba concientizar a la sociedad, principalmente a las clases media y obrera. Se quería despertar a la población para luchar por un cambio en las estructuras socioeconómicas, en ámbitos como la represión militar o la desigualdad.
Debido a la expansión de este movimiento artístico de protesta, a los objetivos iniciales se le sumó uno: Fomentar un sentido de unidad latinoamericana. Con el nuevo propósito se pretendía movilizarse políticamente en contra de las élites transnacionales, en particular las estadounidenses.
Este género se desarrolló principalmente en el sur del continente americano, pero con el tiempo se extendió a toda Sudamérica, Centroamérica, Puerto Rico y México. Los autores de las canciones de protesta eran, en general, intelectuales y artistas de clase media. Entre los exponentes más importantes de esta corriente se encuentran: Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Alberto Cortés, de Argentina; Ínti-Illimani, Violeta Parra y Victor Jara, de Chile; Silvio Rodríguez, Sara González, Noel Nicola, Cuba.
En la actualidad esa particularidad de ser un músico intelectual, de clase media, para poder hacer música de protesta, se ha ido eliminando y hoy en día cada vez hay más músicos con mucha popularidad creando este tipo de música. Entre ellos están Calle 13, banda puertorriqueña, Kevin Johansen de Argentina, Jorge Drexler de Uruguay, Molotov, Julieta Venegas, de México, y Ana Tijoux franco-chilena, entre otros.
La Nueva Canción Latinoamericana, conserva en las letras ese sentido social de protesta, de búsqueda de igualdad, justicia y escucha para las clases vulnerables; sin embargo ¿el objetivo de concientizar y movilizar a la sociedad se mantiene? ¿Continúa siendo un acto de resistencia o este género es utilizado hoy en día como una estrategia comercial para reposicionar a bandas ya existentes o bien, posicionar a las emergentes?
ContratiempoMX en colaboración con DJóvenes
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