Poema: Ayotzinapa

Por: Adolfo Navarro Cisneros

Ayotzinapa

No, nunca estuve, nunca fui, sin embargo, viví ahí cuarenta y tres veces, me inventaba, desboqué un sueño, crecí en la tierra, crecí ahí para siempre fui tomado, aniquilado sin escrúpulos, entregado Me arrebató un sigilo déspota, una potencia asesina, subrepticia soy su castigo hilarante, un rumor acromegálico, cicatriz incómoda, destello de un tiempo, castigo No huyo, caigo, me tumban, nos tumban, escribimos nuestras lápidas, nuestros pasos dictan, me mueve la entraña criolla y el desgarbado destino Soy suplicio supurante, destello de obsidiana y libertad de jade No claudica el esperma llega, fecunda, y calla para siempre, se entierra Mi obstinación me aferra, soy memoria de mí mismo, indignación recalcitrante, congénita, impertinente Camino siempre cuarenta y tres veces, siempre incauto, siempre por Ayotzinapa.

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