Performa. Nuestro papel regional
- Paco Montaño
- 7 jun 2017
- 3 Min. de lectura
Comunicólogo,FCPyS,UNAM
Consultor Político
@Paco Te
Si nada excepcional sucede en Estados Unidos, el TLCAN será negociado en 2017 y 2018, en medio de turbulencias económicas en un sistema financiero más influenciable por tweets impulsivos que por las condiciones de desarrollo de vastos sectores en los tres países.
A pesar de todo, para México la negociación es una gran oportunidad, otorgada en parte por la Administración Trump, pues antes de él, pocos, poquísimos actores en México hablaban de la necesidad de renegociar el TLC. Este hecho es, quizás, una de las mejores oportunidades que tiene el país para verse a sí mismo en un contexto regional, aunque sea más por una fuerza externa que por voluntad interna.

Foto: Google
El tema ya está en las agendas de empresarios en ambos lados de la frontera, y sus órganos de cabildeo ya presionan a oficiales gubernamentales para que la negociación les permita conservar los beneficios actuales y renueve aspectos que hace 23 años no se veían en el horizonte. El sector privado se mueve rápido casi siempre.
Pero el Tratado, debe recordarse, vino a México con la promesa de elevar los niveles de vida de la sociedad mexicana y eso no ha sucedido. Esa es la principal razón para no dejar el libre comercio en manos de los comerciantes. La negociación debe ocupar a ciudadanos y organizaciones civiles, que en el pasado han sido relegados de estos temas, cubiertos bajo un conveniente velo de tecnicismos y negociaciones tras bambalinas.

Foto: Pan y Circco
En México tenemos que entender que, como punto de inflexión de la relación bilateral, el TLCAN es uno de los pilares a partir de los cuales México puede hacer valer su influencia regional, más allá de ser el cómodo maquilador, proveedor de mano de obra de Norteamérica. Involucrarse en este proceso es la oportunidad que la sociedad en México puede aprovechar para valorar el tipo de país que somos y el que queremos ser.
Aunque la interdependencia entre México y Estados Unidos es compleja y muy extensa, aquí hay algunos temas clave que podemos vigilar más de cerca durante las negociaciones:
1. Bienestar social. El poder adquisitivo no puede ser sinónimo de desarrollo y transformación social. Aunado a los índices de desempleo hay que preguntarse, por ejemplo: ¿cómo ha impactado el Tratado en nuestra salud, educación e identidades culturales?, ¿los feminicidios en Juárez tienen algo que ver con las maquiladoras que ahí residen?
2. Dependencia alimentaria. Importamos 2 mil 600 mdd de maíz desde Estados Unidos. El senador independiente Ríos Piter propone comprarlo a Argentina y Brasil, pero ¿no sería mejor fortalecer la producción interna? Aquí una prueba de que es viable.
3. Migración. México es el escudo que Estados Unidos tiene ante los migrantes centroamericanos, y al mismo tiempo, las remesas enviadas a México tienen un gran impacto en el combate a la desigualdad y el consumo interno en gran parte de América Latina,. Por ello, presionar por un esquema migratorio de enfoque más humanitario debe ser prioridad (sí, aunque del otro lado esté Trump). También ¿cómo impacta el Tratado a los flujos de migrantes y qué hace el Estado mexicano para garantizar el bienestar de las familias que se quedan?

Foto: Lamezclaonline's
4. Dependencia económica. Kevin Gallagher, economista de la Boston University, afirma que cualquier país que envíe el 80% de sus exportaciones a un solo país tiene un serio problema. Ver al TLCAN como panacea económica nos ha llevado a olvidar el comercio exterior con otros países, entonces ¿hacia dónde puede transitar nuestra actividad económica y nuestras relaciones comerciales?
5. Seguridad geoestratégica. El papel de México es clave para la gobernabilidad en Estados Unidos, por no mencionar el ánimo chino por reforzar alianzas diplomáticas y comerciales con México en caso de que Estados Unidos relaje su papel de socio clave. Por otro lado, si en México hay guerra es en parte porque en Estados Unidos hay mercado y armas. Reducir la corrupción aduanal e incrementar operaciones de inteligencia financiera contra el crimen organizado tiene y debe de formar parte de los intereses mexicanos en el mediano plazo. En otras palabras, ¿qué condiciones regionales alimentan la violencia y corrupción que aquí tenemos?.
¿Cómo presionar, cómo influir?
1. Informarse no sólo con datos afines a nuestra postura. Leer lo que hace y dice la IP y los oficiales federales.
2. Haciéndolo una prioridad electoral en 2018 a nivel federal.
3. Dialogar con base en iniciativas legislativas y sociales como la del senador Ríos Piter.
4. Crear alianzas con organizaciones con objetivos independientes con el fin de poner el tema en agenda.
5. Participar en cualquier iniciativa de carácter solidario y autogestivo que esté a nuestro alcance.
Todo ello, sin olvidar que no hay cambios radicales sin acciones progresivas.
Comments