Tarde en tu piel
- Vidal Guerrero Márquez*
- 2 abr 2017
- 1 Min. de lectura
Ese rayo de tarde daba justo en tus muslos, por eso no cerré la ventana, había algo en esa imagen y en ese cuarto que me hacía olvidar el por qué me había vuelto a equivocar, el por qué me había desnudado ante ti ¡pero desnudado desnudado! ¡Desde la primera vez y para siempre! y me hacía desconocer el por qué ya no quería hacerlo.

Tu cuerpo desnudo no lo estaba. Excusas esporádicas. Deseos suspendidos. Permitiéndome amarte siempre vestida siempre desde rincones lastimeros y socavados, siempre con el tiempo y el mundo encima.
Cansado ya del viaje desde el cafetín de chinos hasta esa cama, desde los bares y clínicas hasta esa cama, desde el marasmo del orgullo hasta esa cama.
Esquelas de lo alguna vez sentido. Resurgir, salir de este hoyo, desvirtuar la imagen de tener una mujer en la cama y dar gracias a Dios porque sus caderas rozan mi vientre.
Pero tú no vienes de mi costilla. Estoy Perdido, extraviado. Eras tú la amnesia vestida para amar y no, al mismo tiempo; Poseída solo por el desmemoriado, Por el pintor de días uno sobre otro, calcados, sin pasado.
Siempre les faltaron escrúpulos a los hombres que te amaron y tragando nudos de saliva siempre lo acepté.
Paso la mano por esos muslos y la tarde arde en tu piel.
Me acuesto a tu lado….
* Egresado de la licenciatura en Filosofía por la FES Acatlán (UNAM) Apasionado de la Cultura, bohemio deafición y amante de las letras, actualmente es el responsable del área de Publicaciones en el Institutomexiquense de la Juventud (IMEJ)
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