Breves consideraciones sobre la patria y la niñez
- Vidal Guerrero Márquez
- 18 dic 2016
- 3 Min. de lectura
1.- El origen es necesario; no podemos vivir sin él. Más allá de nuestro aprendizaje cultural hay una llamada ontológica que remite a donde pertenecemos.
2.- Migrar es migrar. Para el arraigado da lo mismo cambiarse a la colonia de lado o vagar 40 años en el desierto.
3.- Migrar siendo un niño representa una experiencia ambivalente: se olvida rápidamente o marca para siempre (y aunque suene absurdo, en algunos casos ambas a la vez).
4.- Hay algo de poéticamente cruel en el hecho de que un niño atraviese el desierto en búsqueda de una mejor vida. Nos recuerda a Jesús siendo tentado. Y al éxodo.
5.- La idea de patria es un lugar abandonado en nuestras mentes. Y pensar que antes era tan importante como nuestro apellido.
6.- La primera patria son los padres, se quiera o no.
7.- “ciudadano del mundo” fue el término con el que los estoicos dejaron en claro que las fronteras e identidades geopolíticas están muy por debajo de la verdadera entidad del ser. Cosmopolitas dirían unos, apatriados dirán otros.
8.- En este sentido, el mundo (el universo entero) puede ser la patria. Diferente para los que esperan; o para los nostálgicos. El mundo puede ser una habitación muy pequeña o muy grande. Todo depende del vacío del corazón.
9.- Una casa no es un hogar.
10.- Migrar es convertirse en fantasma. Habitar una casa que aunque hayas pagado nunca será tuya hasta la médula.
11.- Migrar nos regresa a lo primigenia condición del ser humano: Invadir, conquistar, poseer, asentarse donde no pertenecemos. Por eso para los niños suele ser fácil; les resultas natural. Aún no están alienados.
12.- Migrar para buscar una mejor condición de vida es el mal que aqueja nuestra época. Actos nobles que se enturbian por la añejada idea del “extranjero” que desde niños se nos inculca.
13.- Extranjero y extraño tienen la misma raíz etimológica: “de profesión extraño”. Como si alguien pudiera dedicarse a eso.
14.- El poeta alemán Rainer María Rilke decía que la verdadera patria del hombre es su infancia. Baudelaire y Antoine de Saint-Exupery también creía lo mismo.
15.- “Patria es donde se está bien” dijo Aristófanes. En este sentido es la migración y no el origen lo que nos da patria.
16.- La patria es un concepto noble, pero el patriotismo mal entendido ha sido causa de muchas aberraciones bélicas cuando es un instinto que odia, y no una virtud que prefiere.
17.- En medio del actual plurilingüismo y globalización prima más la máxima de Alfred Tennyson “quien más ama a su patria es el mejor cosmopolita”, que la desafortunada frase de Eça de Queiroz, “una prueba de patriotismo es hablar mal cualquier idioma que no sea el nuestro”.
18.- “no tengo más patria que tu corazón” compuso el cantautor Hernaldo Zúñiga, aquí se relaciona con el punto 9 y 15.
19.- El Libro (y la película que es bastante buena) El paciente inglés nos habla de patria y amor; de cómo el hogar de un hombre se encuentra en el cuello de una mujer.
20.- Mi patria se escribe con minúscula, como algo importante pero nunca de valor absoluto. Mi patria convencional probablemente la comparto sólo con uno o dos millones de personas, pero mi Patria Grande, que puede ser la Patria de todos, se llama Inocencia, Tiempo y Vida.

Vidal Guerrero Márquez: Egresado de la licenciatura en Filosofía por la FES Acatlán (UNAM), actualmente es el responsable del área de Publicaciones en el Instituto mexiquense de la Juventud (IMEJ).
Pintura "Niños en la playa" de Joaquin Sorolla.
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