Vejez
- Adrián Rodríguez Tonche
- 3 nov 2016
- 2 Min. de lectura

Vida, amor, alegría, efímeras bellezas que socavan a mi cuerpo cual si fuesen roca. Y en lo profundo, lamentos, dolor, tristezas que son eternas, y a mi vida desembocan.
Busco del mundo y éste me responde en sueños; cuando entre neblinas duermo, abro los ojos, ¡Ni una voz responde! todo es silencio, frío, un inmenso yermo.
Así son los días dentro del mutismo de la casa, ya pasaron los alegres años, son fantasmas los recuerdos y el abismo los conserva, sin hacerles ningún daño.
Solo la muerte viene de visita a contarme alegre todos sus terrores y la miro hermosa, cual si fuese señorita, caminando sobre amarillas flores.
-La luz que aduna el mundo es muy poca. Al sufrimiento y al dolor no vencerás, está escrito, y de la propia voz de Dios polvo eres y al polvo volverás-
Así la muerte habló, y se marcha hacia el lugar de las mil lamentaciones, dejándome en la noche con su escarcha frente a fotografías del pasado, amores…
Ya la muerte socava mi anciano cuerpo y la vida se despide, como luz en mi ventana. Ayer vida, amor, alegría; hoy he muerto. Adiós amor, nos vemos mañana.
DATA
StartFragmentAdrián Rodríguez Tonche, Coatzacoalcos Veracruz 15 de julio de 1990. Estudiante de la licenciatura en Humanidades en la UAM Cuajimalpa. En 2014 recibió la primera mención honorífica en el concurso de poesía de la ciudad de Coatzacoalcos con la obra Astilleros. Durante los años 2010-2015 ha participado en diversas publicaciones de antologías poéticas, así como en lecturas de poesía en el sur del estado de Veracruz y la Ciudad de México. Ha colaborado para diversas revistas digitales como A Buen Puerto, Minificción, Hologramma, Revista La Otra, Revista Raíces, Entreverando, Revista Revarena, Revista Monolito. Actualmente es colaborador de la revista digital Contratiempo Revista. EndFragment
En la imagen: Viejo desnudo al sol de Mariano Fortuny.
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