Puerta al paraíso
- FAZ
- 19 ene 2016
- 2 Min. de lectura

Abriste la puerta al paraíso
donde todo es mesura de gusto inigualable
dosis reales y finitas de ti que se enmarcan en un horizonte de figura aún por definir
y do cada segundo dura lo que tiene que durar,
lo justo
Oportuna tu llegada como tu partida
para dejar sentir ese sitio de inimaginada belleza
sólo un poco,
desde el marco de la puerta
y luego dar un breve paseo por las orillas, marcas de un camino sin par
pero no hay vuelta atrás porque tampoco hubo principio
y sólo pasaron las horas y las semanas y lo que tuvo que pasar
de madrugada y de día
donde las noches se volvieron terminables
para dar paso a tus mañanas
llenas de luz azul sin mediodía
donde la memoria se nubla y se vive el sueño, se vive
momento de decir nada pasó
porque todo, cada beso y caricia, cada viaje a lo más hondo de tu ser,
adonde pulsan tus sueños, adonde nace tu magia, adonde vibran tus recuerdos, adonde haces del mundo un placer cantado,
y conviertes las cosas en memorias sin cuidado,
un lugar donde todo se resuelve,
donde no hay categorías y donde todo se acomoda porque te acomoda,
ese sitio donde la imaginación se aboca a dar el siguiente paso
donde todo marcha en sincronía,
reloj sin carátula donde todo es transparente
aunque hay secretos ocultos tras la capas superpuestas de esa maquinaria infalible que no deja de andar
porque no tiene tiempo que perder ni que dejar de contar y de seguir,
porque es además tu pulso, tu motor, tu forma de vida,
la firma que tu nombre oculta en un palíndromo irrealizable
por un principio que se desvanece como la caída de la arena hacia el mar que se hace historia,
revés secreto, como la sonrisa que guardas para mí, que brota sólo cuando juntos tocamos tu alma,
todo, todo lo guardamos en silencio.
Cómplices de lo sencillo que es sentir
y dejarnos pasar
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