Naranja oxidada
- Alejandro González Mondragón Twitter: @ale_zld
- 19 oct 2015
- 4 Min. de lectura
Ante una República Checa ya clasificada, y que jugó con un hombre menos todo el segundo tiempo, Holanda vio cómo sus aspiraciones a clasificar a la Eurocopa 2016 se esfumaron. Fracaso que alarma de cara a las eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
Corría el minuto 65 en el mítico estadio del Ajax, el Amsterdam Arena, cuando, de pronto, un centro al corazón del área fue rechazado de mala manera por Robin Van Persie, último ídolo de la llamada “Naranja Mecánica”, y terminó colándose en la portería protegida por un joven Jeoren Zoet. Autogol. Tres a cero momentáneo a favor de la escuadra visitante, República Checa. Después de esta jugada, el cuadro local intentó e intentó no decepcionar a su público; sin embargo, los embates holandeses no fueron suficientes y, aunque Klaas Huntelaar y el propio Van Persie descontaron al 70´ y al 83´, respectivamente, el marcador finalizó dos goles a tres.
Jugadores, fanáticos, directivos, y sobre todo patrocinadores, estaban atónitos después del pitazo final de Damir Skomina. Holanda, tercer lugar del último Campeonato del Mundo y subcampeona del penúltimo, había visto desaparecer todas sus posibilidades de estar presente en la siguiente Copa Europea de Naciones, a celebrarse en 2016 en territorio francés.
El asunto es aún más serio porque la escuadra entrenada por Danny Blind únicamente necesitaba empatar el cotejo para, siquiera, aspirar al repechaje del cual saldrán otras cuatro selecciones. Además, los checos no disputaban absolutamente nada, pues era seguro que serían líderes del grupo A, por lo que jugaron con un combinado alternativo.
¿Qué le está sucediendo a una de las potencias históricas del balompié? ¿En qué se ha quedado rezagado el fútbol holandés, para que naciones en vías de desarrollo (futbolísticamente hablando) lo superen en partidos de selección mayor? ¿Quién es el culpable del declive tulipán?
De alguna forma, el partido antes mencionado representa la actualidad de un representativo que simplemente no caminó durante estas eliminatorias (consiguió 13 de 30 puntos posibles): displicencia, falta de coraje y nulo entendimiento, fueron los factores que acompañaron a varios jugadores desde el primer hasta el último encuentro.
Seguidores, prensa y especialistas oriundos de ese país resaltan la mala decisión que la Selección de futbol de los Países Bajos (KNVB, por sus siglas en neerlandés) tuvo al contratar a un entrenador sin la experiencia necesaria para el cargo. Danny Blind llegó al cargo que actualmente desempeña después de no haber dirigido durante alrededor de 10 años, pues si bien nunca se separó del ambiente futbolístico, ya que fungió como director deportivo del Ajax en 2008 y auxiliar técnico de la selección desde 2012 hasta su nombramiento, los únicos palmarés como director técnico que tiene son la Copa y la Supercopa de Holanda, ambas conseguidas en 2006.
Sus dos antecesores inmediatos contaban con una carta de presentación mucho más holgada y una carrera completamente asentada: Louis Van Gaal, actual técnico del Manchester United inglés, que de 2012 a 2014 comandó la Naranja, llegó a ese puesto con 21 años de experiencia como manager y más de 15 títulos a nivel internacional y de clubes. Por su parte, Guus Hiddink, quien tuvo un corto proceso (2014-2015) llegó con 22 años de experiencia dirigiendo y 11 títulos conseguidos tanto en los Países Bajos como en Inglaterra.
La realidad es que el actual seleccionador holandés no ha sabido cómo manejar un vestuario que poco a poco se le está volcando. El favoritismo que da a algunos seleccionados, prefiriéndolos antes que a otros que, a todas luces, están en un mejor momento, ha resultado en la poca conexión efectuada en el terreno de juego por estos. Uno de los futbolistas más señalado cómo culpable de este nuevo fracaso es Daley Blind, hijo del técnico actual.
Además, la falta de referentes en defensa, mediocampo y delantera es ya una realidad. Los hombres que, medianamente, cargan con el equipo son jugadores veteranos a los que ya no les queda mucho tiempo siendo hombres clave en sus conjuntos, caso de Wesley Sneijder ,de 31 años; Klaas Jan Huntelaar, de 32; el propio Van Persie, también de 32; Arjen Robben, de 31 y Dirk Kuyt, de 35.
¿En dónde quedaron los Cocu, los Van der Sar, los Van Nistelrooy, los Davids, incluso los Van Bommel? La Eredivisie (liga de fútbol de Holanda) siempre se ha conocido como una competición sumamente atractiva y competitiva, que permite el desarrollo de canteranos con calidad probada. Los futbolistas estelares de esta competición son, en todos los casos, originarios de esa nación. ¿Entonces, qué sucede cuando ellos dan el gran salto al representativo?
La memoria de los aficionados es larga, aún recuerdan las dos finales de Mundial perdidas consecutivamente, ambas contra el país anfitrión; en 1974 contra la ya extinta Alemania Federal, y en 1978 contra Argentina. Pero esos eran otros tiempos, pues estos dos combinados tulipanes contaban con un referente fuera de serie, genio, figura y leyenda, que cambiaba el destino de un partido con unos cuantos derroches de técnica. El mejor jugador nacido en tierras holandesas: Johan Cruyff.
Lo cierto es que hay varios factores que influyeron en este nuevo fracaso de la “Naranja Mecánica”, que se suma al sucedido en 2002, cuando ésta no logró clasificarse al Mundial celebrado en Corea y Japón; y al suscitado en 1984, última vez que Holanda no jugó una Eurocopa. Curiosamente, esa edición también fue realizada en suelo galo.
Pretextos siempre van a sobrar para directivos, jugadores y cuerpo técnico del conjunto neerlandés. Pero el hecho es indudable, se ha perdido otra oportunidad para que Holanda, de una vez por todas, se sitúe en el espacio reservado para equipos históricos; que por su forma de jugar, de driblar, de asociarse y de causar temor en el rival, son recordados por varias generaciones de fanáticos adeptos a este deporte.
Y cuidado… se acercan las eliminatorias para Rusia 2018.
Imágenes de:
BBC Mundo EFE Getty Images UEFA
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