Ballroom Vogue: baile, pose y vogue
- Miguel Martínez Díaz
- 13 oct 2015
- 3 Min. de lectura
Lo referente a lo femenino es elogiado, es manera de empoderarse en la pasarela y en la pista. Esto busca cuestionar la homofobia derivado de la misoginia, del desprecio por lo femenino. Poder bailar sin ser atacado o mal visto, celebrar lo femenino para cuestionar la homofobia producto de la misoginia.

Atuendos femeninos estilizados, otros visten más discretos pero todos en poses torcidas. Caminan cual pasarela; entre luces que iluminan sus miradas intensas: reflejos de bolas disco que materializan la música en destellos, cuerpos teñidos en rojo y azul neón, luz que resplandece de una pared al enunciar la palabra “PUTO”. Espejos con marcos rústicos de antaño, multiplican la escena de drama y poder. Paredes tapizadas de ángeles celestiales, réplicas del Sagrado Corazón y crucifijos. Un público en su mayoría jóvenes que rechiflan y gritan a los protagonistas en la pista, son testigos de duelos cuerpo a cuerpo, donde lo femenino es poder y ejerce su voluntad sobre la pista de baile, sucumbiendo hasta el cuerpo con más testosterona.

La escena anterior describe el ambiente que si vivió en la final de la primer Ballroom de Vogue en México, el pasado 26 de septiembre. El evento fue encabezado por House of Apocalipstick, en el bar La Purísima.

Las Ballroom son competencias de baile de un mismo estilo. El Vogue da sus primeros pasos en México desde el año pasado. Este estilo surgió a principios de los 90’s en Harlem, Nueva York,. Efecto de la marginación que vivieron Drags afroamericanas que organizaron fiestas callejeras, al ser excluidas de bares para Drags blancas. Ello ha sido un mestizaje de Drag con Hip-Hop, la cultura hispana y la comunidad LGBT, aunado a las tendencias de moda. El Vogue es una mezcla de pasarela y dance que reclama su libertad en ambientes homófobos.

Franka Polari organizó la Ballroom acompañado del colectivo al que cobija como comadrota, House Of Apocalipstick. También contó con la participación de The House of Machos, House of Shiva y House of Drags; aunado al apoyo en el espacio, iluminación y sonido del bar La Purísima.

Las competencias entre las distintas casas de Vogue son enfrentamientos, cuerpo a cuerpo en una pista de baile, donde el drama, el Vogue y famepower son inherentes. La propuesta de esta tendencia está en sacar el coraje con estilo, en pelear sin violencia sino con drama. Desafiar a otros a través del dance.

El Vogue se distingue por apropiarse de lo femenino, en las poses, en el caminar, en el estilo en la vestimenta. Parafraseando a Frank Polari, el Coño es poder, aquí el más vergas no es el que tenga el falo, sino el que tenga vas Coño. Lo referente a lo femenino es elogiado, es manera de empoderarse en la pasarela y en la pista. Esto busca cuestionar la homofobia derivado de la misoginia, del desprecio por lo femenino. Poder bailar sin ser atacado o mal visto, celebrar lo femenino para cuestionar la homofobia producto de la misoginia.

Los participantes no necesariamente son miembros de las casas que invocan a la Ballroom, también pueden ser los asistentes que improvisen. No obstante, hay un nivel de la competencia donde solo se enfrentan los más bailarines experimentados.

En el corto documental House Of Apocalipstick, realizado por Germán y Arturo Gómez García, Frank Polari señala que se trata de una apropiación cultural el hecho de reutilizar un estilo de baile que surgió en otro contexto. Sin embargo, lo justifica, ya que quienes lo reproducen tienen participación y una aportación desde el leguaje al hispanizar los cánticos, hasta en la música. El baile Vogue es la oportunidad de expandir ese lenguaje musical y corporal.

Los bailarines participantes en la final Ballroom fueron Annia Cabañas, Eduardo Mendoza, Bambi (Shiva), Axel (HOA); Ambar, Dragaba, Zebra y Lil Boss (HOD), Fabio (HOM), la música corrió a cargo de Jayr Ramírez-Ponce.
Documental disponible en: https://www.youtube.com/watch?t=165&v=Nh90YJHa0sI
Colaboración Contratiempo MX y DJóvenes.
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