Trípodes en un mundo liberado: La ciencia ficción de H.G. Wells
- Isis Ordoñez
- 30 sept 2015
- 2 Min. de lectura
La ciencia ficción es un buen ejemplo de cómo narrar una historia en la que los miedos e ilusiones de una sociedad se manifiestan a partir de los progresos sociales y científicos de un periodo particular. Como ejemplos ‘prototípicos’ podemos mencionar a los humanos de probeta y criados para cumplir un rol social predeterminado de la distopía de Aldous Huxley en Un Mundo Feliz (1932) o al virus informático de John Brunner en The Shockwave Rider (1975).

Y es que en los ejemplos señalados los miedos de una sociedad van de la mano con la tecnología que ésta ha desarrollado y con el potencial uso de dichas tecnologías en función de las normas sociales contemporáneas y por venir. Es de este modo que uno de los autores más reconocidos del género, además de ser pionero del mismo, logró manifestar a principios del siglo XX sus miedos sociales y una crítica implacable contra su entorno en sus historias. Ese hombre fue Herbert George Wells.
Nacido el 21 de septiembre de 1866 en Kent, Inglaterra, y con formación en biología, la carrera de Wells se enfocó en la filosofía política y en la comprensión de la tecnología y sus posibles beneficios a la humanidad. En su novela La Máquina del tiempo (1895) el protagonista viaja hasta el año 802701 y se encuentra con un mundo en el que la doctrina evolucionista ha hecho que la humanidad se divida en dos subespecies que desde tiempo atrás se encuentran en conflicto permanente.
Otro ejemplo más cercano a la modernidad, al menos en cuestiones de crítica social y política, se halla en La Guerra de los Mundos (1898) obra que narra una invasión a Inglaterra en la que los enormes trípodes hierven el agua de los ríos para matar a las personas, mientras que en los lugares donde no han llegado los marcianos, las personas leen los diarios y confían en que no correrán la misma suerte gracias a que el avance de los invasores es lento y sus ejércitos vulnerables.

En El Mundo Liberado (1914) Wells describe cómo una granada del tamaño de una naranja puede destruir toda una ciudad gracias a su potencial atómico y que dicha granada será lanzada desde aviones, lo que desataría una guerra nuclear en Europa en 1933; además de que sería esta historia la que inspiraría al físico húngaro Leó Szilárd en 1932 para poder resolver la manera de conseguir una reacción de protones en cadena.
No cabe duda de que Wells, quien murió en 1946, logró hacer una gran aportación al género de la ciencia ficción, junto con otros grandes como Ray Bradbury (Crónicas Marcianas) y Hugo Gernsback (editor de Amazing Stories), por lo que la recomendación de hoy es echarle un ojo a sus novelas; a la magistral adaptación radiofónica de La Guerra de los Mundos hecha por Orson Welles el 30 de octubre de 1938 para The Mercury Theatre on the air (que pueden escuchar en http://www.mercurytheatre.info/) o ver la adaptación cinematográfica de Byron Haskin de 1953. Si logran hacerce aún más tiempo pueden echar un vistazo a la adaptación de 2005 hecha por Steven Spielberg.
Una colaboración de Contratiempo MX y DJóvenes
Commenti