Gris
- contratiempomx
- 21 nov 2014
- 1 Min. de lectura
Ana Lavariega
Tenías razón... uno no escribe cuando está feliz.
Es necesario desgarrarse el alma, sentir que sangra por dentro como una herida que no puede cicatrizar.
Llorar un poco, sufrir, entender que por más que haya frases absurdas diciendo que todo estará bien, tú sabes que no.
Necesitas que tu mundo y lo que habías creído de él se vaya derrumbando en pedazos chiquitos, tan difíciles de reconstruir que sólo entonces entiendes que tienes el dolor suficiente.
Porque para escribir, para contagiar, se necesita una pasión que sólo tú puedes sentir, coraje, rabia, enojo; ganas de despotricar contra el mundo sabiendo que es demasiado injusto para muchas cosas.
Porque para escribir se necesita una pluma que derrame su tinta con tanto dolor como el de tu herida, una que de tanta presión sobre ella se rompa y vaya dejando los rastros de color por el mismo camino donde pueden verse los pedazos de ti.
A veces es necesario que todo quede roto para volver a empezar de la nada: algo bueno, nuevo y mejor. A veces es necesaria la oscuridad total para saber que pronto llegará la luz.
Comments