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Un proyectil que debió esperarnos

  • contratiempomx
  • 12 nov 2014
  • 2 Min. de lectura

Oliver Neoquínico

Le debo una canción a una bala, a un proyectil que debió esperarme en una selva: le debo una canción desesperada, desesperada por no poder llegar a verla.

Silvio Rodríguez.


El Alef. Aquella pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor descrita por Borges, es en la obra “Subversivo” un pequeño rectángulo pardo, oscuro, de una intolerable oscuridad y ofuscación. Lo que allá El Alef era una esfera de dos o tres centímetros donde el espacio cósmico está allí, sin disminución de tamaño, acá es un rectángulo de 2 metros por tres, aproximadamente, donde el espacio cósmico es la desesperación de los desaparecidos, de la violencia, del terrorismo revolucionario. El espacio cósmico es acá un onirismo representado en juegos de luces que representan la memoria.


El Aleph de Borges es el lugar, quizá inexistente, del universo donde todos los actos, todos los tiempos ocupan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. El Alef de Josué Almanza, el director de “Subversivo”, es el lugar, existente, tangible, intimidante, donde el tiempo de cuatro mujeres revolucionarias, capturadas por actos de terrorismo como detonar una bomba donde hubo varias personas muertas, se junta en una mezcolanza de memoria. Sus recuerdos se superponen, no son transparentes, son fugaces y materiales. Todas ellas son partícipes del recuerdo de la otra. Sus experiencias juntas o aisladas las llevaron a un punto donde no podrán salir con vida. Pues del Alef nadie sale con vida.


Como en todo ejercicio de la remembranza, acude a la memoria el hambre de los lobos. La traición de los hombres amados. La ausencia de los seres queridos es el frío de las palabras desesperadas. La culpa empieza a aflorar. La poesía invade a los personajes. La crueldad del suceso toma tintes líricos. “Cuando me preguntan de dónde vengo, digo que del hastío. Mi nuevo hogar es la multitud”.


Ellas fundaron una asociación política. Nunca negaron su sed de rebelión. Por eso están ahí, tragando el miedo, renegando del masturbatorio de poderes. La desesperación las hace comprender que el interés, incluso el interés revolucionario nunca nace de la fe ciega. Ningún sacrificio es desinteresado. Sufren la matanza de ideales de una generación cadáver.


Una pistola con una sola bala. El fin de la subversión. La ruta se podría esfumar para una a través de la elegía de la sangre. Ellas están desesperadas. Quizá la poesía en lugar de armas no baste. A ellas no les queda nada por hacer. La subversión termina cuando la última y única bala cae.


“Subversivo”, se presentó a partir del 9 de noviembre, en una corta temporada que dura hasta el 14 de diciembre. Las funciones son los domingos a las 16:00 y 18:00 horas. Es dirigida por Josué Almanza y producida por “Epitafios Laboratorio Teatral”. El elenco, alternando funciones, está integrado por: Abigail Araoz, Adriana Palmeros, Alejandra Hinojosa, Ana Mungaray, Belem López, Mariana Cabrera, Tania Niebla y Rocío Gilbón.

 
 
 

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