Una mirada a la prisión (tercera parte)
- contratiempomx
- 4 nov 2014
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Por: Sergio Guillermo Valentín.
Redefinir la finalidad de la prisión
Existen grandes inconvenientes y hasta contradicciones en la concepción misma de la prisión, y esto nos obliga a repensar su misma existencia e incluso enfrentar su misma realidad, realizar ejercicios de reflexión pero que a su vez terminen en una acción firme y constante para obtener un beneficio de la sociedad en su conjunto. Es necesaria su diversificación y transformación en institución de tratamiento, para lo que es necesario romper los tradicionales moldes militaristas y rígidos, y dar al personal penitenciario y a los internos una nueva mentalidad[1], y claro está, también a la sociedad, ya que debe ser a través de la educación en donde se requiere empezar a tratar temas tan delicados, desde luego con la pertinencia merecida, pero esto significaría un gran avance en materia penitenciaria, porque no todo le concierne a las autoridades e instituciones relacionadas a la materia, sino que es un trabajo conjunto el que se debe realizar.

Debemos tener presente que la prisión en nuestro tiempo actual no puede desaparecer como muchos teóricos lo han propuesto en diversas ocasiones, lo cierto es que debemos tener conciencia de la crisis que vive el sistema penitenciario teniendo como principales pruebas las múltiples violaciones a los Derechos Humanos, reiterando que ello es un reflejo de una crisis general que afecta a todo el aparato de administración de justicia. Hay una necesidad primordial de fijar y redefinir teórica y legislativamente la finalidad de la ejecución penal, lo cual hoy en día parece estar como una mera costumbre y no como una finalidad concreta. Para poder tener un sistema penitenciario reformado, debemos tomar en cuenta lo siguiente: la eliminación de la sanción carcelaria para delitos menores y no violentos, el desarrollo normativo y organizacional de las sanciones no privativas de libertad; la utilización prudente del recurso de prisión preventiva; el mejoramiento e institucionalización de los programas y técnicas de reinserción, asimismo se debe procurar el fortalecimiento de la infraestructura del Sistema Penitenciario Nacional y la profesionalización del personal administrativo, técnico y de custodia, todo esto para lograr la correcta reinserción del sujeto a la sociedad y revertir, en cierta medida, el efecto negativo y poco provechoso que al día de hoy producen las prisiones.
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[1]Rodríguez, Manzanera Luis, Op. Cit, 135.
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